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EL DESVELO EN VENGANZA

¿Suena raro, no? Generalmente, nos desvelamos por haber ido a una fiesta, por la emoción que nos provoca un nuevo amor, por terminarlo o por las preocupaciones propias de la existencia.

Pues bien, ahora, situados en un contexto socioeconómico que nos exige largas jornadas de trabajo para poder subsistir, aparece un fenómeno que es llamado: El Desvelo en Venganza.

El origen del término no está del todo claro, pero cobró relevancia luego de que la periodista Daphne K Lee, escribiera en la red social Twitter al respecto en 2018. Ella lo describió como cuando “las personas no tienen mucho control sobre su vida diurna. Se niegan a dormir temprano para recuperar algo de libertad durante las horas de la noche”.

Acostarse tarde se convierte en una “venganza” con el fin recuperar algo de tiempo para ti.

Esto, desafortunadamente, es una constante en diversos países donde las grandes compañías trasnacionales incursionan. La incidencia tiene alcances incluso, en la salud de las personas, y se ha propagado tanto que los chinos la han llamado “bàofùxìng áoyè“: la procrastinación a la hora de dormir.

“Desvelo en venganza”, la práctica popular china que podrías estar sufriendo sin saberlo. Horas de sueño a cambio de un poco de libertad.

A pesar de ser un término usado comúnmente en ese país, el fenómeno se extiende a todo el mundo.

El horario laboral más común en China es el descrito como 996. Que no es otra que cosa que entregarle al sistema laboral tu tiempo de 9 de la mañana a 9 de la noche, durante seis días a la semana. Es de esperarse que una amplia jornada suponga impactos en la vida personal. Incluso, hay quienes describen que el 996 los “privó de toda su vida personal”.


Pero no tienes que vivir en China para tener jornadas laborales extenuantes, así que es común que los trabajadores en otras partes del mundo también apliquen en su vida la “procrastinación en venganza a la hora de dormir”

Una jornada laboral sumamente absorbente es igual a poco tiempo para diversión. Entonces, solemos sacrificar el tiempo de sueño quedándonos despiertos hasta tarde para vengarnos de las cosas aburridas y desagradables del día.


Desvelo en venganza: menos sueño a cambio de libertad

Sin duda, esta perspectiva le hizo clic a más de una persona; es muy común que, como parte de los deberes para ganarse la vida, se incluyan horas laborales extras o días de descanso escasos.

Pero ¿Cuánto podemos soportar sin tiempo para uno mismo? O mejor dicho ¿Cuánto tiempo y con qué calidad de vida podemos sobrellevar este ritmo de vida?

De alguna u otra forma, a la larga esto traerá repercusiones en la salud. Es muy lamentable que para ganar un poco de libertad tengamos que pagar el precio de enfermarnos física o emocionalmente.

Daphne K. Lee no es la primera en tocar esta fibra sensible. Ya hablaba sobre este fenómeno el filósofo coreano Byung-Chul Han, quien advirtió desde la publicación de su ensayo La sociedad del cansancio (2012) este comportamiento abrasivo en torno al rendimiento.

De acuerdo con el autor, este es uno de los pilares que cimienta el modelo capitalista de producción en el que el individuo está sujeto a horarios y ritmos de trabajo aplastantes, que anulan por completo el desarrollo de una vida independiente al desarrollo profesional.

Quizá tú mismo estás teniendo noches de desvelo con el objetivo de divertirte un rato luego de tus jornadas laborales. Pero, ¡OJO! Ten cuidado de no cruzar la línea borrosa entre lo dañino para tu salud y lo que sería un rato de esparcimiento.



La procrastinación es una dinámica en crecimiento y la utilización del teléfono celular tiene parte de culpa en esto. El dispositivo móvil suavemente se inmiscuye en nuestros menesteres diarios sin que nos demos apenas cuenta de esta intromisión.

¿Cuántas veces no has comenzado una tarea diaria y de a poco te das cuenta de que ya estás consultando tus redes sociales o contestando mensajes?

Si has llegado hasta aquí es porque la distracción causada por tu teléfono celular está dejando estragos en tu vida. Suena exagerado decirlo, pero el abuso de los dispositivos móviles es casi equiparable con una adicción. Bajo ese argumento, existen modelos en psicología que nos explican las fases por las que atraviesa una persona adicta en su camino a la recuperación.

Cansancio crónico y otras consecuencias

Esta manera de vengar un espacio que les ha sido arrebatado por las jornadas laborales eternas provoca una factura considerable en la vida activa de las personas. Además de traerles un cansancio crónico que provoca rendir menos laboralmente, acarrea un costo psicológico y emocional importante.

Esto también impacta en el entorno del trabajador; pasar menos horas con la familia y amistades por mencionar algo, también repercute a nivel social.

Los jóvenes hacen su vida en torno al trabajo nada más, sin tener un espacio para explorar otras necesidades que podrían atender de tener más tiempo libre. Es por esto que la venganza del desvelo se ha popularizado en las ciudades más densamente pobladas en varias capitales importantes del mundo, en las que las personas luchan por preservar algo del tiempo libre que necesitan naturalmente. En principio, no todo debería ser el trabajo. Hoy, ese tiempo ya no les pertenece.

Obviamente que dado la complejidad de este fenómeno, por estar inserto en un contexto económico, político y social, es difícil de resolver. Pues son situaciones casi siempre fuera de nuestro control, entonces preguntémonos: ¿Qué es lo que está en mis manos resolver?

Si este escrito te hace sentido, te identificas con el contenido de este… Creo que entre tú y yo podemos enumerar algunos puntos que nos lleven a dejar de “vengarnos”…

Por lo pronto, hacer consciencia de esta situación es el primer paso.

Sujetarnos a un horario regular que considere las actividades diarias y las horas mínimas indispensables de sueño reparador, sería el segundo y por último, controlar el uso de las redes sociales.

Si tienes alguna otra sugerencia, estaré encantada de agregarla.

Muchas gracias por su atención.

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